Francisco Javier
García Fajer nació en Nalda (La Rioja) en diciembre de 1730. Fue mozo de coro
en Zaragoza, estudiando posiblemente con el maestro de capilla José Lanuza, que
ocupó la plaza entre 1731 y 1756. Más tarde viajó a Italia, estudiando en el Convictorio dela Pietà dei Turquini de
Nápoles. Fue maestro de capilla de la catedral de Terni (Umbría) y estrenó en
Italia varias óperas, como La Finta
schiava (Roma, 1754), La pupilla (Roma,
1755), Lo sculptore deluso (Roma,
1756), Pompeo in Armenia (Roma,
1755). También compuso en Italia los oratorios Tobía (1752) y La Susanna (1754)
En 1756 es aceptado como maestro
de capilla de la Seo de Zaragoza, cargo que ocupó hasta su muerte en 1809,
producida posiblemente por la peste contraída al cuidar de los enfermos durante
el segundo sitio francés a la ciudad. A partir de 1784 contó con la ayuda de su
discípulo Baltasar Juste en la tarea de formar a los niños de coro.
Su música es abundante y está
diseminada por multitud de archivos catedralicios españoles e
hispanoamericanos.
Es de destacar que muchos de sus
discípulos fueron maestros de capilla importantes: Nicolás Ledesma, Baltasar
Juste, Mariano Rodríguez de Ledesma, Ramón Cuéllar, Julián Prieto, etc. Que
muchos de sus discípulos llegasen a ser maestros de capilla de diferentes
centros religiosos explica en parte la gran difusión de su obra.