Las fuentes musicales y documentos se refieren a él normalmente como "Juan de Navas". Miembro de una familia de músicos con igual nombre y apellido, a veces es difícil determinar su biografía y su obra. El abuelo se llamaba Francisco y tuvo dos hijos, Francisco y Juan. Este último se casó en 1644 en Calatayud, ciudad en donde servía como maestro de capilla, con Teresa Sagastiberri y fue el padre de Juan Francisco, compositor que, como hemos dicho, en las fuentes se le denomina simplemente como "Juan de Navas". La familia trasladó en 1656 a Madrid cuando Juan pasó a servir en la Real Capilla de Madrid como tenor. Juan tuvo otro hijo, llamado Ignacio, que llegó a ser contralto de la Real Capilla.
Juan Francisco fue discípulo de Juan Hidalgo y fue nombrado arpista de la Real Capilla el 17 de mayo 1669, cargo que ocupó hasta su muerte, ocurrida en 1719. Se sabe que antes de ingresar en la Real Capilla, Juan Francisco cursó en la Universidad de Alcalá de Henares "un curso de decreto y decretales desde dieciséis de noviembre de mil seiscientos sesenta y cuatro hasta veintinueve de mayo de mil seiscientos sesenta y cinco". También se sabe que cursó en la Universidad de Salamanca "un curso en decretales" desde 1665 a 1666, estando matriculado en la misma Universidad en 1667. Esto es, Juan Francisco siguió cursos de gramática y decreto en las Universidades de Alcalá y Salamanca, consiguiendo posiblemente el título de Bachiller. Parece que Juan Francisco tenía en un primer momento la intención de seguir la carrera de Leyes. En un memorial fechado el 12 de julio de 1688, en el que Juan Francisco trata de obtener el puesto del difunto Juan Hidalgo (1614-1685), se cuenta la siguiente historia:
"... y habiendo de recibir sujeto que sucediese a Juan Hidalgo después de sus días, considerando cuán ajena era de su profesión la inteligencia de quién fuese más benemérito para proseguir en la habilidad a un hombre tan grande, [el Patriarca de la Real Capilla] hizo árbitro de la elección al mismo Juan Hidalgo. Y concurriendo muchos a la pretensión y al examen, ninguno de ellos satisfizo el deseo que tenía de que fuese el más a propósito. Y habiendo oído casualmente algunos tonos que el suplicante había hecho solo por inclinación, dijo al Patriarca que ninguno podía suplir su falta, ni era más de su ingenio que don Juan de Navas, pero que se hallaba en diferente profesión, pues estaba graduado en leyes y actualmente en vísperas de abogar en los Reales Consejos. Con cuyo informe, el Patriarca, como tan celoso del servicio de Vuestra Majestad, envió llamar al padre del suplicante y le redujeron a que su hijo dejara la profesión que hasta entonces estudiaba, y siguiese en adelante la que había sido inclinación acompañada de unos principios de arpa. Y habiendo sacrificado muy gustoso las conveniencias y aumentos de aquella por lograr el honroso título de criado de Vuestra Majestad, sería mantenido 19 años en la fe de suceder a Juan Hidalgo, así por la aprobación que merecieron sus obras, como la de los más inteligentes en su profesión" (Archivo General de Palacio, Capilla Real, caja 120).
En este mismo memorial, Juan Francisco muestra su preocupación debido a que, tres años después de la muerte de Juan Hidalgo y ejerciendo de hecho como primer arpista de la Real Capilla, los otros arpistas de la Real Capilla (José Hurtado y Antonio Armendáriz) le quieren disputar el cargo. Antes de decidir si darle o no el puesto, el Patriarca consulta a Francisco Guerau (1649-ca. 1722) y a Manuel Fernández Bateta. El primero escribe a favor de Navas, afirmando que "don Juan de Navas hace muchas ventajas al dicho Joseph Hurtado", mientras que el segundo se muestra desfavorable al pretendiente, porque aunque "Juan de Navas es digno del primer puesto de arpista en la Real Capilla por antigüedad, no es el único digno sucesor de Juan Hidalgo". Los dos músicos consultados, además, desmienten la historia de que fuese Juan Hidalgo el que designó a Navas como su sucesor, dado que, según ellos, Hidalgo nunca mostró preferencias por ningún músico en particular.
Al menos desde 1680, año de la representación de Venir el Amor al mundo de Melchor Fernández de León, Juan de Navas puso música a numerosas obras escénicas representadas en la corte. En un memorial de 1693, a la vista de sus méritos como compositor de fiestas cortesanas, se le nombra "músico de la Real Cámara".
A principios del siglo XVIII, su nombre aparece en las aprobaciones de varios impresos musicales, prueba del gran prestigio de que disfrutaba. En 1702 aparece en la aprobación del Compendio numeroso de cifras armónicas del arpista de Toledo Diego Fernández de Huete. Y otra vez en 1702 aparece en la aprobación de las Reglas generales de acompañar en órgano, clavicordio y arpa de José de Torres. Y en 1709 aparece en la aprobación de las Curiosidades del Canto llano sacadas de las obras del reverendo don Pedro Cerone de Bérgamo y de otros autores del sochantre de la catedral de Cádiz, Jorge Guzmán.
"... y habiendo de recibir sujeto que sucediese a Juan Hidalgo después de sus días, considerando cuán ajena era de su profesión la inteligencia de quién fuese más benemérito para proseguir en la habilidad a un hombre tan grande, [el Patriarca de la Real Capilla] hizo árbitro de la elección al mismo Juan Hidalgo. Y concurriendo muchos a la pretensión y al examen, ninguno de ellos satisfizo el deseo que tenía de que fuese el más a propósito. Y habiendo oído casualmente algunos tonos que el suplicante había hecho solo por inclinación, dijo al Patriarca que ninguno podía suplir su falta, ni era más de su ingenio que don Juan de Navas, pero que se hallaba en diferente profesión, pues estaba graduado en leyes y actualmente en vísperas de abogar en los Reales Consejos. Con cuyo informe, el Patriarca, como tan celoso del servicio de Vuestra Majestad, envió llamar al padre del suplicante y le redujeron a que su hijo dejara la profesión que hasta entonces estudiaba, y siguiese en adelante la que había sido inclinación acompañada de unos principios de arpa. Y habiendo sacrificado muy gustoso las conveniencias y aumentos de aquella por lograr el honroso título de criado de Vuestra Majestad, sería mantenido 19 años en la fe de suceder a Juan Hidalgo, así por la aprobación que merecieron sus obras, como la de los más inteligentes en su profesión" (Archivo General de Palacio, Capilla Real, caja 120).
En este mismo memorial, Juan Francisco muestra su preocupación debido a que, tres años después de la muerte de Juan Hidalgo y ejerciendo de hecho como primer arpista de la Real Capilla, los otros arpistas de la Real Capilla (José Hurtado y Antonio Armendáriz) le quieren disputar el cargo. Antes de decidir si darle o no el puesto, el Patriarca consulta a Francisco Guerau (1649-ca. 1722) y a Manuel Fernández Bateta. El primero escribe a favor de Navas, afirmando que "don Juan de Navas hace muchas ventajas al dicho Joseph Hurtado", mientras que el segundo se muestra desfavorable al pretendiente, porque aunque "Juan de Navas es digno del primer puesto de arpista en la Real Capilla por antigüedad, no es el único digno sucesor de Juan Hidalgo". Los dos músicos consultados, además, desmienten la historia de que fuese Juan Hidalgo el que designó a Navas como su sucesor, dado que, según ellos, Hidalgo nunca mostró preferencias por ningún músico en particular.
Al menos desde 1680, año de la representación de Venir el Amor al mundo de Melchor Fernández de León, Juan de Navas puso música a numerosas obras escénicas representadas en la corte. En un memorial de 1693, a la vista de sus méritos como compositor de fiestas cortesanas, se le nombra "músico de la Real Cámara".
A principios del siglo XVIII, su nombre aparece en las aprobaciones de varios impresos musicales, prueba del gran prestigio de que disfrutaba. En 1702 aparece en la aprobación del Compendio numeroso de cifras armónicas del arpista de Toledo Diego Fernández de Huete. Y otra vez en 1702 aparece en la aprobación de las Reglas generales de acompañar en órgano, clavicordio y arpa de José de Torres. Y en 1709 aparece en la aprobación de las Curiosidades del Canto llano sacadas de las obras del reverendo don Pedro Cerone de Bérgamo y de otros autores del sochantre de la catedral de Cádiz, Jorge Guzmán.
Además de componer numerosos villancicos para la celebración eucarística de las 40 horas, Navas fue responsable de la composición de numerosos festejos teatrales. La primera composición escénica suya que se conoce es Venir el Amor al Mundo (1680), escrita por Melchor Fernández de León, y la última composición escénica que se sabe que compuso fue la primera jornada, escrita por Antonio de Zamora, de la zarzuela Con música y por amor. La segunda jornada de esta zarzuela fue escrita por José de Cañizares y compuesta por Antonio Literes. La obra se representó en el palacio del Buen Retiro en 1709.
Juan Francisco de Navas figura como primer arpista de la Real Capilla en la corte de Felipe V desde 1701 hasta 1719. Su partida de defunción dice lo siguiente:
"Don Juan de Navas, parroquiano de esta iglesia [San Martín], calle del Carmen, casas de administración, otorgó testamento ante don Felipe Díaz Herráiz en trece de septiembre de mil setecientos diecinueve, nombró por testamentario y heredero a don Joseph de Navas, su primo. Recibió los Santos Sacramentos. Murió en trece de octubre de este año. Enterróse en el Carmen Calzado de secreto con licencias del señor vicario, señaló seiscientas misas, legó a la fábrica diez ducados".
Juan Francisco de Navas figura como primer arpista de la Real Capilla en la corte de Felipe V desde 1701 hasta 1719. Su partida de defunción dice lo siguiente:
"Don Juan de Navas, parroquiano de esta iglesia [San Martín], calle del Carmen, casas de administración, otorgó testamento ante don Felipe Díaz Herráiz en trece de septiembre de mil setecientos diecinueve, nombró por testamentario y heredero a don Joseph de Navas, su primo. Recibió los Santos Sacramentos. Murió en trece de octubre de este año. Enterróse en el Carmen Calzado de secreto con licencias del señor vicario, señaló seiscientas misas, legó a la fábrica diez ducados".
Obras
Escénicas
Venir el Amor al Mundo (1680). Libreto de Melchor Fernández de León.
Duelos de ingenio y fortuna (1687). Libreto de Francisco Bances Candamo.
Duelos de ingenio y fortuna (1687). Libreto de Francisco Bances Candamo.
Amor es esclavitud (1688). Libreto de Manuel Vidal y Salvador.
Amor, industria y poder (1692). Libreto de Lorenzo de las Llamosas
Destinos vencen finezas (1698). Libreto de Lorenzo de las Llamosas.
Viento es la dicha de amor (ca. 1700). Libreto de Antonio de Zamora.
Amor es quinto elemento (ca. 1700). Libreto de Antonio de Zamora.
Viento es la dicha de amor (ca. 1700). Libreto de Antonio de Zamora.
Amor es quinto elemento (ca. 1700). Libreto de Antonio de Zamora.
Apolo y Dafne (ca. 1705). Libreto anónimo. Música de la primera jornada: Sebastián Durón.
Con música y por amor (1709). Libreto de la primera jornada: Antonio de Zamora. Libreto de la segunda jornada: José de Cañizares. Música de la segunda jornada: Antonio Literes.
Numerosos tonos humanos.
Tonos y villancicos sacros.
Misa a 8 con clarín (Catedral de Santiago de Compostela: 116)
Tonos y villancicos sacros.
Misa a 8 con clarín (Catedral de Santiago de Compostela: 116)
